La frase de Javier Milei sobre su deseo de «meterle el último clavo al cajón del kirchnerismo, con Cristina Kirchner adentro» desató un fuerte intercambio entre ambos en redes sociales, que ahora sumó un nuevo capítulo con la segunda respuestas de la expresidenta al actual mandatario.
«¿Así que ahora también me querés matar? Estás nervioso y agresivo porque todas las idioteces que, durante años, dijiste en la tele y todavía seguís repitiendo son solo eso: idioteces. Y como no tenés las más pálida idea de lo que es la gestión del Estado terminaste pidiéndole ayuda a (Mauricio) Macri», le había contestado ayer la ex jefa de Estado.
Y el Presidente tomó el guante más tarde para salir a cruzarla en una carta, en la que cuestionó los gobiernos kirchneristas, y añadió: «En primer lugar parece que le cuesta más trabajo entender una simple metáfora que mostrar su título de abogada y/o sus casos exitosos que sustentan su inmensa fortuna o entender algo de teoría económica».
En las últimas horas, Cristina Kirchner publicó el siguiente descargo, con un ácido saludo de cumpleaños al final:
«Acabo de leer tu largo posteo de anoche, Milei.
Para hacerla corta. Tu disculpa culposa, además de ridícula, sobre las metáforas y no sé qué otra cosa más, no era necesaria. Siempre tomo las cosas como de quien viene. En tu caso, el de una persona que presenta una fuerte y sintomática disociación entre lo que hace y dice; y los efectos que sus palabras y sus medidas de gobierno provocan en la vida cotidiana de millones de argentinos.
Expresiones tales como “los salarios y las jubilaciones le vienen ganando a la inflación” o “de ahora en adelante sólo vamos a tener buenas noticias” vertidas en el mismo programa del clavo, el cajón y Cristina adentro; son reveladoras del diagnóstico: no hacerse cargo de nada.
La verdad de la milanesa es que en la Argentina que estás armando, los únicos que tienen ganancia extraordinarias aseguradas son los sectores financieros y los vinculados a la energía. Cuando les termines de hacer el trabajo sucio de destrucción del Estado, de lo público y de precarizar el trabajo, los que hoy te aplauden en los coloquios cuando puteás a un muerto, te van a soltar la mano y te van a descartar como se hace con esos adminículos que sólo se pueden usar una vez (¿ves? Eso sí que es una metáfora). ¿O no te diste cuenta el título que te pusieron en el coloquio al que fuiste a putear? (60º Coloquio de IDEA: “Si no es ahora, cuando”).
Yo no quiero que le vaya mal a mi país. El 27 de abril te dije, desde Quilmes, que el área de energía estaba mal. Pataleaste pero al final tuviste que echar al responsable del área y te la terminó manoteando Macri. En fin…
En cuanto a tu consabida monserga sobre los Gobiernos en los que fui Presidenta (no pretenderás hacerme cargo de las medidas de Alberto. Vos mejor que nadie sabés que la lapicera la tiene el Presidente y sino, preguntale a Villarruel), te aclaro que me eligieron 2 veces Presidenta sin que nadie me “prestara” los votos. Vos y Macri son los únicos presidentes que fueron elegidos por balotaje.
Cuando terminé mi segundo mandato (después de lograr la reelección en primera vuelta con el 55% de los votos), nos despidió una Plaza de Mayo desbordada en un acto único en nuestra historia. Habíamos duplicado la clase media, esa que vos estás haciendo desaparecer (y eso no es una metáfora). A los argentinos el sueldo les alcanzaba y hasta podían ahorrar. Habíamos desendeudado el país, reestructurando y pagando la deuda que otros habían defaulteado y hasta cancelado la deuda con el FMI. Al 9 de diciembre de 2015 el Riesgo País era la mitad del que tenemos hoy en día.
Pero entonces ¿quién llegó? Toto Caputo (tu actual ministro) y Macri, que volvieron a endeudar la Argentina y terminaron trayendo nuevamente al FMI con un préstamo inédito de 57 mil millones de dólares. La realidad es la única verdad.
Que la cuenten como quieran, pero eso es lo que pasó y es lo que nunca me van a perdonar.
Sé que hoy es tu cumpleaños número 54. Que termines bien el día, Milei».