*Por Alberto Medina Méndez
amedinamendez@gmail.com
Es increìble lo que se vive en estas horas. Tanta gente cínica, haciéndose la distraída, aprovechándose de estas cifras que duelen, desligándose del resultado de lo que decidieron hacer premeditadamente.
No tienen ni siquiera un poco de pudor, ni códigos básicos, ni escrúpulo alguno. Usar a los que no llegan a fin de mes para hacer politiquería barata es de una bajeza absoluta y merece el mayor de los repudios sociales.
Aplican un doble estandar, como en tantas otras cosas, porque en realidad no tienen principios, ni convicciones, sino que funcionan siempre bajo el paraguas de las conveniencias circunstanciales.
Ese es uno de los problemas de no tener ideología alguna. Cuando uno no comulga con un sistema de ideas opina desde su coyuntural posición, tratando siempre de sacar provecho del tropiezo ajeno.
Estos que hoy gobiernan, para ganar, prometieron ridiculeces, como la pobreza cero. Semejante disparate les estallo en las manos. No solo no consiguieron mejorar los guarismos, sino que los empeoraron logrando un record de impericia sin precedentes en la historia local.
Los que gobernaron antes, esos que decian que no tenian cifras de pobres, que hablar de eso era estigmatizante y que dejaron de medir este indicador que hoy usan para hacer demagogia, se llevan todos los premios de cinismo, sin atenuante alguno. Deberían tener verguenza, pero no les sale eso. Su vocación de poder solo les hace ver una oportunidad y hacen lo de siempre, tirar el zarpazo. Es su instinto. Asi son.
Pero el problema es mas grave, porque casi la totalidad del arco político y la sociedad, ahora piden mas medidas en linea con las que ya han generado esta patética situación.
Ningún pais del mundo salió de la pobreza incrementando planes sociales y combatiendo a la producción. No existe ese experimento con el que algunos sueñan. Eso demuestra no solo un profundo desconocimiento practico sino una superficialidad conceptual gravísima.
La mayoría de la gente quiere demagogia, que le prometan lo imposible, cree en la magia y en los mesías. Malas noticias para ellos. De esto se sale con las políticas adecuadas y no con promesas vacías y discursos grandilocuentes.
Si no se quiere aumentar la pobreza hay que poner el aparato productivo en marcha. Eso requiere reducir impuestos y regulaciones, abrir el mercado al mundo, disponer de alguna moneda, reducir fuertemente el costo laboral y cambiar la legislación flexibilizandola al maximo. Todo eso supone achicar drásticamente el tamaño del Estado.
No lo quieren hacer ?. No se puede hacer ?. Okey. Entonces éxitos con el programa de gobierno para reducir la pobreza, progresar y desarrollarse.
No hay alquimia, ni craneos planificadores que tengan la fórmula para salir de esta mediocridad. Son los individuos librados a su suerte, las personas buscando su propia felicidad y un entorno amigable con los negocios, los que generan las condiciones para salir de esta trampa.
Ya probamos décadas de intervencionismo económico, asistencialismo clientelar y mercados cerrados. Los resultados estan a la vista. El resto es verso.