El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, habló con El Economista y ratificó su vocación de competir por la conducción del Partido Justicialista (la elección será el próximo 3 de mayo), reclamó la reinserción del justicialismo en el plano internacional desde una perspectiva “internacional solidaria” y bregó por la creación de una “confederación de partidos”, que otorgue un marco de funcionamiento a la “diversa” coalición gobernante. Además, el exjefe de Gabinete minimizó las tensiones internas dentro del Frente de Todos al sostener que hay que acostumbrarse a que “convivan miradas distintas”.
Usted manifestó su vocación de presidir el PJ. ¿Cómo ve la discusión interna en el peronismo?
Nosotros estamos con un programa electoral en el cumplimiento de lo que prevé la Carta Orgánica del partido. El 7 de mayo vence el mandato de las autoridades constituidas y en consecuencia nosotros prevemos que exista consenso en todos los actores del sistema político e institucional que pertenecen al justicialismo a nivel nacional, con el objetivo de garantizar su continuidad jurídica. En ese marco, creemos que lo óptimo es una lista de unidad. Ahora bien, no podemos desconocer que a lo largo de la historia el justicialismo ha tenido una tensión entre lo que significa partido y gobierno y cuando el gobierno es ejercido por un hombre o mujer de nuestro espacio, claramente conduce al partido. Nosotros lo que transmitimos es que si Alerto Fernández y Cristina Kirchner consideran que las autoridades formales del partido debieran ser personas distintas, hay que buscar un mecanismo que no divida y exprese la diversidad de nuestro espacio.
¿Qué rol le adjudicaría al PJ en esa eventual diversidad?
Lo que primero tenemos que hacer es una convocatoria a todos los actores que se fueron para que vuelvan al espacio. Segundo, tener un plan de acción que signifique maximizar el número de afiliados, que el PJ sea una referencia de carácter mundial en el sentido de propiciar y conducir una internacional solidaria para evitar los banquinazos que han ido desde una internacional liberal hasta una internacional de la socialdemocracia. Creemos que el justicialismo tiene una ideología que es necesario sumar en un mundo que necesita de la defensa del ambiente, de la promoción de justicia social, de combatir el hambre, de debatir el desarrollo sostenible y necesita inspirarse en un debate plural y democrático pero que ponga en clara evidencia lo que nos falta ante un mundo que es desigual e injusto, por lo que el justicialismo tiene mucho para decir.
Fuente: El Economista