Organizado por el Instituto de Turismo en colaboración con el Intendente de Charata, Rubén Rach, el evento reunió a trabajadores del sector gastronómico y hotelero de diversas localidades del sudoeste de Chaco, tales como Pinedo, Las Breñas, Villa Ángela y Gancedo, quienes participaron activamente en el Taller de Anfitriones Turísticos y Sabores del Chaco.
El primer día se dedicó al Taller de Anfitriones Turísticos, un espacio orientado a mejorar las prácticas de hospitalidad y promover los atractivos turísticos de la región. Los asistentes recibieron herramientas claves para enriquecer la experiencia de los visitantes, y se destacó la importancia de conocer y valorar los atractivos que ofrece el Destino Chaco, particularmente en la región sudoeste. Este taller buscó fortalecer la habilidad de los trabajadores para ofrecer un trato acogedor y un servicio de calidad que deje una impresión duradera en quienes eligen visitar la localidad.
El segundo día, el chef Ariel Ruiz, embajador del programa Sabores del Chaco, dio un enfoque especial a la identidad del Polo Gastronómico Chacra, invitando a los participantes a reflexionar sobre el papel de la gastronomía local en la experiencia turística. Ruiz destacó la riqueza de los ingredientes autóctonos y la tradición que cada plato lleva consigo, resaltando que utilizar la materia prima de la zona es fundamental para crear una oferta gastronómica auténtica y con un profundo sentido de pertenencia. Durante semana pasada se elaboraron menús basados en recetas tradicionales, demostrando que cada platillo puede contar una historia única de Chaco, capaz de enriquecer y diferenciar al destino.
La profesionalización del turismo y el conocimiento de la historia detrás de cada plato constituyen un valor agregado que eleva la propuesta turística de una región.
No solo permite a los visitantes disfrutar de sabores locales, sino también entender y apreciar las tradiciones y la cultura que los hacen posibles. Estos talleres representan un avance hacia un turismo más consciente y sostenible, donde cada visitante se lleva una experiencia y también una parte de la identidad chaqueña. La sinergia entre la hospitalidad y la gastronomía es clave para posicionar a Chaco como un destino atractivo y auténtico, donde cada detalle invita a regresar.