El cantante de cumbia 420 conocido como L-Gante, está acusado por presuntas «amenazas, privación ilegal de la libertad, amenazas calificadas, tenencia simple de estupefacientes y encubrimiento calificado» en perjuicio de Darío Gastón Torres y Rosa Catalina Passi.
La fiscalía solicitó una condena de ocho años de prisión y luego de explicar sus intenciones de «Terminar la escuela y ser abogado», el músico fue consultado al respecto. «Es un tema de fe ¿no?», dijo.
En este sentido, el músico aseguró que el cambio en la declaración de la querella, «es mitad traición y mitad que le comieron el coco» y se preguntó «¿Cuánta gente ha declarado y después cambió?. He notado más confusión en quienes querían acusar, que en los que fueron a decir la verdad y coincidían todos. He notado contradicciones», señaló. Y sumó: «Estuve detenido por el acumulamiento de las causas que están en el juicio».»Mis actos fueron como el comportamiento que tendría cualquiera, en la vida cotidiana con lo que pueda llegar a pasar», dijo y explicó que la acusación se dio porque es «el chico del barrio, famoso. Por eso lograron un desespero mío como para arreglar de otra manera que no sea con la justicia».
Además, reafirmó su postura frente a la posibilidad de que esté acusado sólo por su popularidad: «Es para meter presión».