La ex primera dama Fabiola Yañez no se presentó ayer ni este miércoles en la Justicia española para entregar su celular, lo que terminó por romper el acuerdo que había establecido con el juzgado de la Argentina que investiga la denuncia por presunta violencia de género ejercida por el ex presidente Alberto Fernández.
Tras el segundo faltazo de Yañez, la fiscalía española decidió cerrar el trámite del exhorto que envió la Justicia argentina. De este modo, quedó en el aire el trámite de extracción de datos del teléfono de Yañez y el fiscal Ramiro González será quien deba definir el siguiente paso en la causa que envuelve al ex jefe de Estado Fernández.
La rogatoria se firmó luego que la Cámara Federal porteña rechazara un recurso de queja de la defensa del ex presidente, quien se oponía a este trámite a la distancia. Luego pidió, también sin éxito, que un perito de parte presenciara el trámite por videoconferencia, pero el planteo fue rechazado por el juez de la causa, Julián Ercolini.
La defensa de Fernández argumentaba que la medida debía llevarse a cabo en territorio nacional para garantizar el derecho a defensa y el «debido proceso» con el fin de «garantizar la integridad de la evidencia», un «mayor control de la cadena de custodia» y minimizar los «riesgos de manipulación o contaminación de los datos».
Los camaristas Martín Irurzun y Eduardo Farah avalaron la realización de la medida en España y advirtieron que «ninguno de los argumentos de la defensa revela un gravamen irreparable» ni arbitrariedad.
«La información se descargará de un teléfono que no está secuestrado por la Justicia, sino en poder de la víctima desde el momento de los presuntos hechos relevantes hasta hoy», por lo cual «la obligación de asegurar la inalterabilidad de los datos es operativa desde que se toma conocimiento de aquellos y se los tiene a disposición», agregó esa resolución.
La última acción pública de Yañez fue este martes por la noche cuando la publicación de un mensaje de su cuenta de Instagram. «Tengo miedo», escribió Yañez.